me encanta viajar en tren...
Tras unas horas disfrutando de un maravilloso paisaje y de todas las comodidades que nos ofrecía el tren, hemos llegado a la villa francesa. Situada al sureste del país y al margen izquierda del río Ródano, Aviñón es un escaparate artístico y cultural de primer orden. No en vano, su centro fue declarado en 1995 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, fue residencia Papal de 1309 a 1377.
Palacio Papal de Aviñón
Por supuesto nos apetecía visitar una ciudad con tanta riqueza histórica y con una gran tradición teatral, pero ese no era el motivo principal de nuestro viaje. Teníamos un objetivo muy claro, conocer el Hotel La Mirande, que es sin duda el más importante de Aviñón.
espléndida fachada de La Mirande ****
Este edificio fue en un inicio el palacio de un cardenal medieval. Más tarde pasó a manos de varias familias aristócratas, llegando a tener un estado de deterioro muy importante. Es en el año 1987 cuando se emprenden las obras de reforma para recuperar el antiguo esplendor del palacio. En su decoración hay una mezcla de estilos de los siglos XVIII y XIX. Conserva muebles y pinturas de la época, consiguiendo así un ambiente refinado y elegante.
lobby del hotel
dinning room
longue
La Mirande dispone de 19 habitaciones y dos suittes, todas diferentes, tanto en el papel de sus paredes, como en sus muebles, telas, lámparas y otros detalles decorativos que las llenan de encanto y las hacen absolutamente acogedoras. Son ideales para disfrutar de un merecido descanso.
fabulosos papeles cubren las paredes
¿te apetece desayunar en la habitación?
vistas de algunas de las habitaciones que dan al patio
una de las suitte
que acogedora...
Otros de los atractivos de este hotel francés es su cocina. Podemos disfrutar de un magnífico desayuno bufé, en el que degustar, entre otras cosas, infinidad de quesos y exquisitos panes dulces recién horneados, todo ello servido en una preciosa vajilla de porcelana antigua.
el restaurante a la hora del desayuno
El restaurante de La Mirande cuenta con una estrella Michelín. Ofrece una cocina provenzal francesa sabrosa y refinada, en perfecta armonía con el entorno, aunque también podemos degustar platos de la cocina internacional.
deliciosos platos servidos en vajillas de porcelana antigua
en verano podemos disfrutar de una magnífica cena al aire libre
en la terraza, con vistas al Palacio Papal
Además, el Hotel La Mirande imparte unos interesantísimos cursos de cocina provenzal. "Le Marmiton" es su escuela de cocina, donde los huéspedes pueden recibir clases de cocina impartidas cada una de ellas por un chef de renombre mundial diferente.
Le Marmiton
ofrecen distintos cursos, incluso para niños
El restaurante gourmet de La Mirande recupera una antigua tradición, la table d´hôte. Cada día, un máximo de doce huéspedes pueden sentarse en la mesa de la antigua cocina y ver al chef preparar el menú, elaborado siempre con ingredientes de la temporada, que degustarán a continuación en el comedor adyacente.
table d´hôte de La Mirande
banqueting room
Te recomendamos que visites su boutique, donde encontrarás detalles con mucho encanto.
boutique con miles de ideas para regalar
Esperamos que hayáis disfrutado de este recorrido por el Hotel La Mirande y que os animéis a pasar unos días allí, merece la pena...
Me encanta!! Dan ganas de ir corriendo a visitarlo...
ResponderEliminarUn besito.
Me encanta esta muybien el hotel y la table d´hôte parece muy interesante.
ResponderEliminarUn beso
Sofía, ¿a que es irresistible? ¿Y que me dices de los cursos de cocina? Todo un lujo...
ResponderEliminarBesos
Marta, tienes razón, es un lujo ver como un prestigioso chef te prepara un menú que disfrutarás acompañado de otras personas que comparten contigo la afición por la buena cocina. Es un verdadero placer, te lo recomiendo!!
ResponderEliminarBesos
¡¡Es un hotel de ensueño!! Gracias por dárnoslo a conocer. Todas tus entradas son magníficas.Un abrazo fuerte y te animo a seguir en la misma línea.
ResponderEliminarElena, es un placer verte de nuevo por aquí, siempre tan positiva y cariñosa.
ResponderEliminarUn beso