Tartitas de nata y frambuesas

Whole Kitchen en su propuesta para el mes de Noviembre nos invita a preparar una masa básica en pastelería: pasta sablé. 

Me encanta preparar este tipo de masas, por varios motivos. Son fáciles de hacer, los ingredientes que necesitamos son de los que tenemos siempre en casa y además nos permite preparar multitud de recetas diferentes, todas ellas fabulosas.

Es la primera vez que participo en una propuesta de Whole Kitchen. Hace tiempo que quería unirme al circulo y por fin lo he hecho... Y mi aportación es "Tartitas de nata y frambuesas", una receta deliciosa... 


     Ingredientes (para 6 tartitas) 

     Para la pasta sablé 

• 250 gr de harina
• 125 gr de mantequilla
• 1 huevo
• 70 gr de azúcar glas
• 1 cucharadita de sal
• 1 cucharada sopera de leche fría

     Para el relleno

• 400 gr de nata líquida
• 4 cucharadas soperas de azúcar glas
• 50 gr de frambuesas

     Para adornar

• 18 frambuesas 
• azúcar glas
  

 

     Preparación

En un bol ponemos la harina tamizada y la mantequilla a temperatura ambiente, cortada en dados. Mezclamos con las manos. A continuación, añadimos el huevo y volvemos a mezclar. Incorporamos el azúcar glas tamizada y la sal. Amasamos ligeramente. Como nos habrá quedado una masa un poco desligada, le añadiremos una cucharada sopera de leche fría, que nos ayudará a que la masa quede en su punto y la podamos manejar bien.

Hacemos una bola con la pasta, la aplastamos un poco y la envolvemos en papel transparente. La dejaremos enfriar en el frigorífico como mínimo 1 hora.

Sobre una superficie enharinada, extendemos la masa, con la ayuda de un rodillo, dejándola con un grosor de unos 4 mm. Con la ayuda de un aro de 10 cm de diámetro, cortamos doce discos y los colocamos sobre una placa pastelera previamente engrasada. Metemos en el horno a 180º durante 10 minutos aproximadamente, hasta que adquieran un tono dorado.

Sacamos del horno y colocamos sobre una rejilla para que se enfríen. Mientras,vamos montando la nata con la ayuda de unas varillas. Cuando vaya teniendo consistencia, le añadimos las 4 cucharadas de azúcar glas y terminamos de montar bien la nata.

Colocamos un disco de pasta sablé como base y lo cubrimos con una capa gruesa de nata, intercalando algunas frambuesas. Ponemos encima otro disco, lo espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con tres frambuesas.

 

Es una receta muy sencilla, pero exquisita... Me encanta el contraste de la paste sablé crujiente con la cremosidad de la nata. Y el sabor que le aportan las frambuesas es increíble...

Además las tartitas individuales quedan muy coquetas y son más fáciles de servir.

¡¡Que la disfrutéis!!

Hasta la próxima entrada, un beso.